Tres cartas que representan tres príncipes.
Has de escoger una. ¿Cuál escogerás?
La carta que escojas será tú príncipe.
Cada carta significa algo para ti, cada príncipe es único. ¿Pero cuál es el verdadero? ¿Qué carta debes escoger?
Y tan sólo has de saber una cosa, que el amor no llama a menudo a tu puerta y has de dejar que entre y ser feliz.

She is confused.

 

Y se convirtió en la banda sonora de mis lágrimas...

Confundida, me hallo confundida. Todo me confunde. TODO.
No se lo que siento ni por quien lo siento. Odio, amor, tristeza, pero sobre todo rabia, rabia que me lleva a esta maldita confusión y a la vez, la confusión es la que genera la rabia.
Todo, es que es todo ya. No saber que escoger se está empezando a convertir en un problema. Me confunde todo.
El bachiller, el no saber que escoger en un futuro porque tengo la sensación de que no sirvo para nada y que lo único para lo que sirvo no puedo escogerlo.

Y en cuanto a lo demás... igual, todo una confusión.

Tenerte tan cerca de mi y a la vez no permitirte que te acerques. Sería un error que ahora mismo no quiero cometer. No quiero cometer un error, aunque a veces lo dude estoy convencida de que no quiero y sobretodo que no debo hacerlo, porque yo ya no soy así, ahora ya no. Me caes bien y me encata tenerte como amigo, nada más. Y si sigues por ese camino puede que lo mejor sea que no nos hablemos ni veamos en una temporada y me dará igual cuando me digas que soy de las pocas personas que te alegran o que no puedes evitar hablar conmigo, porque yo cortaré por lo sano y desapareceré para ti. Esto es lo único que tengo claro en estos instantes.

Todo es una confusión. Y yo acabo de sufrir mi primer ataque de ansiedad por ello. Mi cuerpo no deja de temblar, mientras, intento recuperar mi respiración normal.

Lo único que he sacado de este momento es que, sinceramente, hay decisiones que no pienso ni tomar, estoy demasiado confundida para hacerlo. Seguiré como ahora y que pase lo que sea.