Erase una vez un país llamado...

 
Erase una vez en un país llamado Upper East Side, una hermosa chica conoció a una bestia.
Pero mientras la bestia se encerraba en una torre de hastío, la chica se buscó a un príncipe, su nombre Lui.

Erase una vez en un país llamado Upper East Side, una hermosa chica huyó de una bestia.
Sus mejores amigos empezaron a retirarse. Mientras sus enemigos se reunían para plantear su derrota.
Al otro lado del río en una tierra muy lejana, una misteriosa y joven doncella juega su baza.

Y con la bestia finalmente vencida, la mayoría de los cuentos acabarían con una princesa feliz y con la alegría de su mejor amiga.
Pero en una tierra en la que los mejores castillos tienen vistas al parque, es importante recordar que allí donde acaban los cuentos de hadas, el nuestro, no hace más que empezar.


De la serie Gossip Girl
Temporada 4, capitulo 20
Me encantó este mini "cuento"

De bellísimo sueño a peor pesadilla

Despertarme entre lágrimas dado que uno de mis mejores sueños se había convertido en la peor de mis pesadillas.
Ahí estaba yo en medio de un escenario oscuro iluminada por un foco, un foco que iluminaba cada paso que daba, cada movimiento que hacia. Lo mejor que podía imaginarme estaba sucediendo, yo formando parte de la música. Bailar, moverme y fundirme con la música.
Pero ese bellísimo sueño demostró que no podía ser real. Estaba realizando una pirouette cuando de repente me encontré en el suelo, no podía mover ninguno de mis huesos, mi cuerpo no me respondía.
Al despertar todo me había parecido tan real que no me atrevía ni a intentar bailar.

Bailar... Para mi es algo más que un hobby, lo llevo en la sangre, y todo aquel que me haya visto moverme sabrá a lo que me refiero. Esa sensación de la música recorriendo mis venas, sentir cada nota, cada ritmo formando parte de mi y yo de ellos. La música y yo como un solo ser. La verdad es que cuando estoy agobiada, triste o simplemente necesito expresar algún sentimiento, pongo la música, cierro los ojos y dejo que ésta se apodere de mi, dejo que la magia fluya.
He estudiado dos por no decir tres años de clásico y la verdad es que no me importaría seguir haciéndolo y ampliar mis horizontes con más estilos, se lo básico de clásico (bueno... recuerdo cosillas), se unos cuantos bailes latinos (salsa, bachata...), aprendo con facilidad cualquier paso. Añoro estudiar danza.

Hace poco me enteré de la existencia de un instituto artístico cerca de donde vivo, pero carezco de información sobre él (donde está, qué imparten exactamente...). Además para mi dedicarme a bailar es un sueño imposible, y lo tengo asumido, de hecho ni tan siquiera me molesto en planteármelo. Pues no puedo hacerlo porque sería condenarme a una silla de ruedas en un futuro, ya que padezco de artritis hereditaria.
Tan cerca y a la vez tan lejos de mi sueño.

Ese sueño... ese sueño que me recordó la verdad. Ese sueño tan real... que me confundió y me hizo dudar de mis facultades. Ja, la verdad es que resulta irónico lo que me sucedió más tarde ese mismo día. Debido a circunstancias necesitaba desconectar, desahogarme y la única forma que se me ocurría era bailar. Por muy gracioso que parezca al principio me costó, puse la música y no me atrevía a moverme, me quede sentada en la silla mirándome en ese espejo enorme de mi habitación. Me repetía “tan solo fue un sueño, no dejes que te afecte” cerré los ojos, respiré fuerte y sin darme cuenta estaba haciéndolo de nuevo... bailar. Y volví a sentir esa sensación de bien estar que produce en mi.

En fin, sé que no me dedicaré a ello, ni tampoco lo pretendo pero no quiero desplomarme en el suelo al intentar bailar, fue una auténtica pesadilla para mi.

Y en cuanto a lo que me pienso dedicar en un futuro... tampoco lo tengo muy claro... me encantaría ser directora de cine pero me falta capital y otras cosas se me dan bien. Bueno... de momento me centraré en acabar segundo de bachiller y que sea lo que el destino tenga previsto para mi.